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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Roma: Monarquía y República

La historia romana está dividida en tres períodos políticos: la Monarquía (siglo VIII-VI a.C.) la República (siglo VI-I a.C.) y el Imperio (siglo I a.C. –V d.C.):

1.       La Monarquía (753-509 a.C.)
Los latinos habían establecido en el 753 a.C. la ciudad de Roma, la que según la leyenda había sido fundada a instancias de Rómulo y Remo, hijos de Marte (dios de la guerra) y una hija del héroe Eneas, y criados y alimentados por una loba.
Desde su fundación, Roma fue gobernada por reyes. Los primeros cuatro reyes correspondieron a la tradición legendaria latino-sabino, turnándose de esta manera en el trono. Estos habían sido Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio.
Con la conquista de la zona, desarrollada por los etruscos, vinieron tres reyes de origen etrusco: Tarquino el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio. El último de estos fue derribado por la nobleza latina, que se rebeló y provocó un levantamiento general que coincidió con la decadencia de la expansión etrusca en la zona en año 509 a.C.

2.       La República Romana (509-31 a.C.)

2.1   La República Patricia (509-271 a.C)
·         La lucha entre las dos clases que integraban la sociedad romana original: los patricios y los plebeyos. Los patricios (de Pater, Padre) controlaban la tierra y monopolizaban el poder político, los plebeyos dominaban el comercio y la industria, pero carecían de poder político. Por casi dos siglos los plebeyos lucharon por alcanzar la igualdad jurídica y política: en el 451 a.C la plebe logró que 10 legisladores, los decenviros, establecieran en forma escrita las leyes, en un texto que se denominó Ley de las XII Tablas, lo que permitió la igualdad jurídica. En el 445 a.C. los plebeyos consiguieron la igualdad civil, al permitirse el matrimonio patricio-plebeyo por la Lex Licinia. La Lex Ogulnia (300 a.C.) permitió la igualdad religiosa.
·         La expansión territorial, logrando la unificación italiana bajo el dominio de Roma (490-271 a.C.). Esto se desarrolló en forma gradual: primero se conquistó a la vez a los etruscos, los ecuos y los volcos; después vino en enfrentamiento con los galos, que significó el primer gran desastre para Roma (la ciudad fue saqueada por Breno), en el último cuarto del siglo IV a.C. conquistaron a los latinos no romanos y a los samnitas; y en la primera mitad del siglo III a.C. conquistaron la magna Grecia, la región dominada por los Griegos, lo que llevó a la Guerras Pírricas (por Pirro, general Griego)
Hacia la primera mitad del siglo III, Roma se creía heredera de una misión civilizadora trascendental, que la llevó a conquistar territorios más allá de la península que los vio nacer.

2.2   La República Patricio-Plebeya (271-133 a.C.)

La conquista del Mediterráneo (264-146 a.C.) que comenzó con la victoria sobre los cartagineses, después de tres cruentas guerras denominadas púnicas, llevaron a Roma a controlar los territorios dominados por los cartagineses, y su incorporación como provincias de Roma: el norte de África, las islas italianas, el sur de España, el sur de la Galia trasalpina. Después, los romanos se dirigieron al este, donde se enfrentaron y vencieron a los Macedonios, dominando Grecia y a los Sirios, con lo que Roma pasó a domina Asia Menor.
Las conquistas militares provocaron diversas consecuencias en Roma, entre las que se pueden anotar: la hegemonía comercial y militar romana en todo el mundo Mediterráneo antiguo, del cual Roma había pasado a ser la capital; la monetarización de la economía romana, que permitió el rápido enriquecimiento de los mercaderes, los únicos acreditados para ejercer el comercio; esto trajo aparejado el surgimiento de nuevos antagonismos sociales que vinieron a reemplazar a la antigua lucha patricio-plebeya, dominada ahora por la existencia de tres clases sociales: el orden senatorial (nobleza que monopolizaba el senado), los caballeros o ecuestres (mercaderes que tenían tantas riquezas que coleccionaban caballos, pero privados de poder político) y la nueva plebe, el proletariado, que en la antigüedad se asocio simplemente con la clase más numerosa y pobre de la ciudad.
A estos cambios políticos y sociales se sumaron otra de carácter cultural: por una parte, las conquistas provocaron la helenización de Roma producto de la influencia de la cultura griega en las costumbres y la vida cultural de los romanos. Por otra parte, las conquistas territoriales y la consolidación de la elite patricio-plebeya, desencadenaron la decadencia del espíritu republicano, permitiendo el surgimiento de formas imperialistas de entender el mundo (el mundo antiguo subordinado a Roma). Por parte de la oligarquía senatorial. La misma administración republicana se hizo insuficiente para administrar tan vasto territorio y muchos de los funcionarios encargados de administrar las nuevas provincias, reclutados en su mayoría de la oligarquía senatorial, cometieron numerosos abusos sobre todo en la administración de los tributos.

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